Ayer coincidí en La Albuera con dos chicas que se dedican a estudiar y recopilar datos del archivo municipal, mi pasión por la historia me llevó a entablar conversación con ellas e interesarme por el trabajo que estaban haciendo. Este país, llamado España pasó 40 años padeciendo el llamado síndrome de Estocolmo, se abrazó al que te había hecho daño, se jaleó a los que de alguna forma te quitaron a tus seres queridos, y se vio por los ojos de los maltratadores, en fin que si lo analizamos desde una óptica cercana éramos como esas mujeres maltratadas que justifican a sus maltratadores y cuando alguien le advierte de las maldades que está sufriendo se cabrea y se encrespa con aquel que le advierte del daño que le están haciendo. Cuando tuve sentido común y acudía a la escuela en la pizarra con pintura colorada se había escrito "Consigna" el Caudillo guía con mano firme a su pueblo. Siempre me llamó la atención semejante frase, pero la camisa azul con el yugo y las flechas de D. Joaquín me disuadía de preguntas impertinente, eran clases de palmeta y coscorrón de flechas y pelayos, de adoctrinamiento para el régimen. En la década de los 50 del siglo pasado cada 20 de Noviembre, era obligatorio acudir a la misa por José Antonio y por los gloriosos caídos por Dios y por España, había una lapida grande con el nombre de los caídos encabezados por "el Ausente", siempre me pregunté ¿por qué era aquello? Mi madre a la que le fusilaron un hermano y ella fue rapada en represalia por haber bordado la bandera de las juventudes socialista, siempre me decía que no preguntara, que me callara, que no interviniera en nada. Hago aquí un paréntesis para justificar lo del síndrome de Estocolmo vivido por parte del pueblo Español, con la desgracia ocurrida en la casa de mi madre a la que se le fusila al único hombre de la familia, que era el que traía el sustento a una unidad familiar formada por 4 mujeres, cuando a la llegada de la democracia y a raíz de las primeras elecciones municipales me entero que Ramón Rocha está desempolvando los fusilamientos de Olivenza y dándole la digna sepultura a los muertos, acudo a él y me dice donde está enterrado mi tío, mi madre tenía ya más de 80 años, había faltado mi padre y le comunico la noticia, su respuesta me quedó helado, me dijo que ya habían pasado muchos años, que algo habría hecho su hermano y que Franco le había dado estabilidad y una buena vejez, los que leáis esto pensad si no es el síndrome de Estocolmo y digno de ser estudiado por especialistas. Cheles (mi pueblo) siempre ha sido un pueblo conformista, digo de una poesía de Antonio Machado, mi familia de la que fui hijo único fue la primera en emigrar, la agricultura para un agricultor de collera de burros no daba para mucho, pase un año en Olivenza, asistí al colegio de la farrapa donde el factótum era un sacerdote llamado D. José Hidalgo, es ahí donde se despierta mi vena del interés por los "rojos", una mujer a la salida del colegio cogió a un compañero de clase y cuando nadie la veía le arreó a su hijo dos cachetes de tomo y lomo y mirando para todos lados le decía a su hijo que no quería verlo con el "maldito cura", cuando ya tenía 14 años le pregunte a mi madre el por qué aquella mujer le llamó "maldito" al cura. En voz muy baja (estábamos en nuestra casa) me dijo que cuando entraron las tropas de Franco en Olivenza, se dijo una misa y en el "sermón" enta "buena persona" pidió que ahora era el momento de separar de la gente de orden las malas semillas y extermínalas para siempre, al igual que en la cosecha se aventa el trigo para separar el grano de la paja y las malas semillas, al día siguiente comenzaron los fusilamientos en Olivenza. Después de un año en Olivenza, nos trasladamos a Badajoz, mi padre emparentado con los Ambrona y después de trabajar como peón de albañil durante unos años con un constructor se coloco de peón caminero en la Carretera de la Corte, cuando estuvo de peón él y otro compañero conducían un carro con un tiro de tres mulos que traen arena, y materiales de construcción a las obras, existía un Kiosco de bebidas al lado del bar Tabares (hoy desaparecido) en la entrada a San Roque y frente a la gasolinera, hoy existe un jardín con una gran palmera, los sábados me iba con mi padre y su compañero, yo ya tenía 13 años y mi curiosidad por todo era inmensa, un día mientras se tomaban el café y el "aguardiente" el mulo se metió en ese sitio que hoy es jardín y entonces estaba descuidado, el compañero de mi padre le atizo dos lapos al mulo maldiciendo por lo bajo, ¿qué ha hecho el moro? le pregunte, en ese sitio que ves ahí están enterrado un montón de legionarios que cayeron en la "toma de Badajoz", pero tú no te metas donde no te importa. Esa fue la primera vez que tuve una noticia de que algo muy gordo había pasado en Badajoz. Como ya es hora de irse al curro, dejo esto en este primer preámbulo, haciendo notar al que lo lea que el rencor y el revanchismo murieron con el del "pardo" hoy solo los más queremos dignidad para los muertos, su reconocimiento, que se sepa lo que ocurrió para que no vuelva a ocurrir.
1 comentario:
Lo mismo que decía su madre decían los mas ancianos de Castuera de uno y otro bando, frente lo que pretendia linea 900 en una tendenciosa manipulación de los hechos, haciendo solo mención a los presos del campo de concentración de Castuera sin explicar y exponer los hechos acaecidos en la zona a mano de los que estaban en ese campo preso, y vetando la intervención de un historiador del propio pueblo de Castuera.
No es síndrome de estocolmo, es un principio humano de conservación y entendimiento que no quiere volver a los mismos escenarios a revivir los hechos que cuyo resultado fue odio, terror, venganza, muerte, ... en fin amigo, que sabios los que lo vivieron, y que torpes los que quieren revivir lo que ellos no vivieron. Viéndolo de este modo, que es tan legitimo como el suyo, creo que el puerto al que lleguemos todos es sin duda mucho mejor.
Un saludo.
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