martes, 19 de mayo de 2009

Llega la Mili

Dicen algunos que la mili era una pérdida de tiempo, un aburrimiento en la que los muchachos de mi época se embrutecían y algunos llegaban al colmo de la desesperación.

Me incorporo a filas en el ultimo llamamiento del año 1966, mi destino es Ovejo en Córdoba.

Fue el primer llamamiento que partió del Cuartel de Menacho, ya que el cuartel de Caballería de Castelar había sido vendido para hacer un hotel; la fila de mozos cabizbajos y heterogéneos era similar a las manadas de ovejas de la trashumancia, por esa razón los veteranos nos llamaban borregos.

Embarcamos en un tren destartalado con vagones que hoy nada mas que los veo por T.V. en la India. En Cabeza del Buey hubo que poner una segunda locomotora porque la que tiraba no podía con el convoy.

Llegada a Ovejo y encuadramiento en compañías y batallones. Aquello era la leche, uniformes que sobraba tela por mangas y pantalones, botas grandes para pies pequeños y viceversa.

Me dije que había que hacer dos cosas, había que trabajar sin cobrar y obedecer sin rechistar y los "cojones" (expresión militar) quedarlos a la puerta del cuartel; he de confesar que me dio resultado.

Fijaros amables lectores y compañeros lo que era aquella España, la España de los 25 años de Paz, la España de Franco: de 200 hombres aproximadamente, sólo unos 50 sabíamos leer y escribir correctamente. 150 de aquellos mozos, eran analfabetos.

Solamente había dos compañeros en mi compañía que eran universitarios, la elite de la juventud de aquellos años, hacían las milicias universitarias y salían de sargentos o alféreces de complemento.

En los C.I.R, aparte de imbuirte en el mundo militar primitivo, ordeno y mando, también se hacían cosas positivas, como enseñar a leer y escribir y en mi caso sacarme el certificado de estudios primarios que no tenía.

Es en ese C.I.R, cuando tengo mi primera experiencia política, se celebró por entonces un referéndum en el que España se proclamaba reino y dejaba a Franco la designación del monarca.
Un buen día en el comedor de tropa un Capitán de Estado Mayor nos dio un mitin,( era mi primer mitin) en el que pedía que pensáramos que eramos el futuro y el Caudillo tenia mucha fe en nosotros, y que en conciencia, votáramos SI, no descartando el no.

Se estable un coloquio, un soldado de Algeciras levanta la mano y pregunta que es eso de conciencia, el jolgorio solamente se paró por las estrellas que el capitán lucia en la bocamanga.

Me levanto y pregunto ¿que he de votar mi capitán?, me contesta que vote en conciencia y mi respuesta lo quedó helado, .- Mi Capitán, en el Ejercito no tengo conciencia, ud. me manda y yo obedezco, dígame ¿qué he de votar? Y yo lo hago.

Se me acercó me miro y en voz alta, casi un grito, dijo: Cada uno ha de votar lo que crea que es mejor para el futuro de España, no defraudéis al Caudillo que el pide el SI.

Me mira con una sonrisa maligna y me dice: te quedas cuando termine el acto, he de explicarte algo.

Cuando salimos todos del comedor, me presenté y de una forma distendida me dijo que si tenía aspiraciones de ser militar, me encogí de hombros, se dirigió a un sargento para que guardara mi filiación, después supe para que.

Cuando la fecha del 14 de diciembre se acercaba, me llamaron a mayoría que estaba a 3 Km del campamento y me comunicaron que tenía que estar en una mesa electoral (era la primera vez que escuchaba semejante palabra). Nos reunieron a seis soldados, todos de probada confianza para el Capitán de Estado Mayor y se nos enseñó a manejar el censo.

Y algo mas importante.

Aquellas papeletas que llevaban en un recuadro SI o NO debían ser cruzadas y cuando te entregaban la papeleta para meterla en la urna, sabías quien votaba SI o No. Los que votaban No debían ser marcados en el censo que después sería entregado a la segunda sección.

Pensé de inmediato que aquello era trampa, trampa asquerosa y que estuvo a punto de costarme un arresto: a mí y a la mesa de dos compañeros más, se nos colaron tres o cuatro “NO” que no marcamos... Nos echaron una bronca del copón y se nos amenazó con arresto, gracias al coronel que intervino nos libramos de una semana de calabozo.

Ese fue mi primer comicio y el descubrir lo tramposo que eran algunos.

Me destinaron a Badajoz al Rgtº Infantería Mecanizada Castilla 16 acuartelado en La Cañada de Sancha Brava.

Fui furriel de la plana mayor de carros pero no me quedaba en la furrielería, salía con los equipos de radio y me acercaba a los carros de combate, disponíamos de cuatro carros en la Ciª dos M-47 y dos M-41 estos últimos mas pequeños. Hice un curso de carros y me solté con estas maquinas, hacíamos de todo.

Como furriel estaba exento de todo servicio y cuando la Ciª iba de tiro llevaba la munición al campo de tiro y regresaba con las vainas vacías. Recogíamos los balines de plomo y cobre para su reutilización, (quedaos con este detalle ya que el "ilustre historiador Pío Moa" dice que en la plaza de Toros de Badajoz no se encontraron casquillos de bala) el plomo lo vendíamos y quedaba en un fondo de la Ciª para ayudar algún compañero que no disponía de dinero para un viaje de permiso, eramos una Ciª solidaria.

Podría escribir un montón de paginas sobre mi paso por la mili, solamente he de decir dos cosas.

Una fue la ordenación de los archivos de los regimientos Dragones Hernán Cortes, (que estaba en el Cuartel de la Bomba), Gravelinas (que estaba donde hoy esta hacienda, banco de Santander, Caja Badajoz, Sfera). Un día el Coronel Fidel Cátedra Román me dijo: lo que has leído en estos archivos no lo comentes hasta que Franco se muera.

Mi otra experiencia fue el conocer al hoy alcalde de Badajoz, Miguel Ángel Celdrán Matute. Éste fue alférez de la Plana de Carros (de la que yo era furriel) y vino al cuartel de Montelarreina. Era alférez de complemento y posteriormente fue trasladado a la 2ª Ciª del Batallón Mecanizado (conocida por la legión chica).

No pudo entender que un furriel tiene en sus manos el control de la Ciª, nombra servicios, propone permisos, hace nominaciones y controla el armamento y la intendencia de la Ciª. Un teniente del que guardo un gran recuerdo llamado de apellido Almansas, decía que el Capitán manda la Compañía y los soldados obedecen al furriel. “El Celdrán” se enfrento al furriel y perdió. Él salio hacer instrucción y marchas nocturnas.

Iba para militar, mi coronel quería que fuera a la academia de Zaragoza, pero no tenía estudios y era una misión imposible. Me relacionaba con todos los jefes y oficiales, muchos de ellos me llamaban para explicarle el asesinato de Kennedy en el que yo mantenía al igual que el informe Buchanan que había habido mas de un tirador y nos íbamos al campo de tiro y hacíamos las practicas de disparar 5 tiros en cuatro segundos y medio con un rifle de repetición, imposible.

Mi ruptura con el ejercito vino con la visita de un Capitán general de la II Región Militar, al que aquel gran general que se llamó Pedro Merry Gordon me presenta como un cabo 1º que es una lumbrera en carros de combate, El General que había sido compañero de Franco y demás generales sublevados, era de los ascendidos por méritos de guerra, de conocimientos de carros de combate modernos nada de nada.

Reconozco que hice una chulería, ya que le hable de carros que el desconocía y para terminar me pidió las características del M-47: le hablé durante cerca de media hora de este carro y le pregunte si quería que le dijera el nº de tornillos.

Me echó, le dijo al coronel que era un chulo y que debía de estar en el calabozo, ¡inconsciencia y cosas de juventud!, ahí se termino mi vida militar.

He de terminar diciendo que el día de la despedida de la bandera, se produjo un salto del protocolo. La ceremonia estaba presidida por el General Jefe de la Brigada y gobernador militar de Badajoz, Pedro Merry. Éste se bajo del pódium y con su uniforme cargado de medallas me acompañó a la despedida de la bandera y al son de de la marcha de las Corsarias Soldadito Español Soldadito Valiente.

Para mi el paso por la vida militar sólo dejó un rastro de buenos amigos, algunos todavía nos saludamos cuando nos encontramos, como pasa con el hoy general Moro o con el teniente Obregón,
no olvidemos que el ejército es pueblo y el pueblo es ejército. Sólo existe un mal y es cuando los iluminados hacen uso del poder de destrucción que atesora el ejército con sus armas para sus fines personales.



8 comentarios:

Fernando dijo...

El ejército debe ser el pueblo en armas. Nada más. Pocos honores tam limpios como servir a tu patria en sus filas. Los otros, los mercenarios, sólo sirven a quien les paga. Así ha sido y así será.

Enrique Rangel dijo...

Pater,

ya no hay ejército, lo que hay ahora son "fuerzas de paz".

Jejejeje.

¡Viva Honduras!

Ciao.

Enrique Rangel dijo...

Por cierto, este blog te gustará:

http://diariodeuncarrista.blogspot.com/

Bye.

Malo Malísimo dijo...

Ejercito? Por favor...un montón de adultos malcriados y consentidos jugando a la guerra...
Enrique por favor...

ROSA dijo...

Me encantan tus relatos, me quedas con las ganas de seguir leyendo.
Un besito para ti y tu señora, Rosario

Paco Centeno dijo...

Sufrí mucho por tener que pasar un año de mi vida en cuarteles. Tanto que borré todo lo que pude de mis recuerdos en el Hospital Militar Gómez Ulla. Y para animarme siempre digo que ese año "disfruté" de una beca del Ministerio de Defensa.

En diciembre del 87 recibí la notificación del Ministerio de Educación de que se me concedía una beca para hacer mi Tesis Doctoral, que empezaría el 1 de enero del 88. Con esa carta hablé con mi capitán, médico de segunda profesión y me dijo que se ocuparía para que me licenciaran cuanto antes.
Mi quinta se fue licenciando durante los últimos 5 días de enero de 2008. A mí me licenciaron el último día y fui despedido con la sonrisa de ese capitán médico que se ocupó de mí.
Lo dicho, lo único bueno que le atribuyo a los de la gaviota fue acabar con la mili.
Un abrazo

Paco Centeno dijo...

Y vaya cambio de "look" al blog. Tú si que sabes...rodearte de buenos asesores, digo.

rosa roja dijo...

Por orden, esa es la cuestion amigo Fernando, ¿terminaremos con un ejercito de mercenarios?.

Junior, esas fuerzas de paz las prefiero a las que enredan como cuando tu eras un niño y el ¡Viva Honduras! lo dijo un ministro, Coronel Juridico y que no ha sabido dar la cara en algo tan grave como el accidente del Yack 42, pasara a la historia como lo que es.

Malisimo, tu no hicistes la mili, cuando lo de la riada de Badajoz ¿quien se tiró al lodo?

Rosario: GRACIAS

Paco, he de reconocer que aquellos que estabais en el punto algido de vuestras carreras, el servicio militar era partiros el fututo en dos, reconvendras conmigo que ha muchos les sirvio desde sacarse el certificado de estudios primarios hasta hacerse con una profesión, tengo algunos compañeros carristas que hoy son operadores de palas de cadenas.

El diseño del blog es obra de RR Jr, yo me limito a contar mis vivencias, le he puesto tarea, el proximo post, sera la batalla de Badajoz, debera buscar cañones del 81 y jarcas moras con turbantes y que paradoja amigo Paco la llamada "Cruzada" eran los moros asesinando a los cristianos y no al revez.

Un saludo a todos